Durante la cuarta ola de COVID-19, que tuvo lugar a finales del año pasado y principios de 2022, el número de hospitalizaciones a causa de la variante Ómicron fue de 33,000 personas, pero de no haber estado vacunada la mayor parte de la población y si el virus se hubiera comportado igual que en la tercera ola, las hospitalizaciones se habrían acercado al medio millón y en un día la cifra habría ascendido a 70 mil pacientes internados.
Así lo expuso el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, durante una visita de trabajo a Aguascalientes, entidad donde se reporta un avance del 98% en la vacunación contra COVID-19, gracias al trabajo de las brigadas Correcaminos y de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes han resguardado y trasladado los fármacos a todo el país.
Durante su mensaje en el Teatro del IMSS en Aguascalientes, Robledo afirmó que la vacuna contra COVID-19 ha sido clave para reducir el número de hospitalizaciones y decesos a causa de este virus. Por ello, dijo, es de gran relevancia que la población participe en la estrategia intensiva de vacunación del sector salud.
El funcionario destacó que el esfuerzo de vacunar a la población convocó la participación de servidores públicos, cámaras empresariales, personal sanitario y universidades para ser parte de algo muy grande: salvar vidas. “Eso ha significado la vacunación contra COVID-19 en el país”, señaló.
La vacuna, afirmó, es “como un arma extraordinaria para salvar vidas, como un escudo humano”. Por ello, agradeció al personal de salud que ha participado de manera activa durante estas jornadas de vacunación y a las empresas que han habilitado espacios para ser sedes de inmunización, así como a los promotores de salud en los centros de trabajo y a los sindicatos, quienes de manera reiterada hacen el llamado a la población a inmunizarse.